domingo, 3 de abril de 2011

Julio Verne.

Jules Gabriel Verne (1828- 1905) destaca por ser el padre de la ciencia ficción además de ser el sgundo autor más traducido en todos los tiempos siguiendo a Agatha Cristie.
El francés predijo con gran exactitud en sus relatos fantásticos la aparición de algunos productos generados por los avances tecnológicos del siglo XX como la televisión, el helicóptero, el submarino, la nave especial, las armas de destrucción masiva, internet…Además de descubrimientos o eventos históricos como la conquista de los polos, los gobiernos totalitarios o el viaje a la Luna.
Su alma aventurera ya apareció de niño y se cuenta que cuando rondaba los diez años escapó de casa para llegar a la India y comprarle un collar a su prima de la cual estaba enamorado. Una vez en la Universidad conoció a padre e hijo Dumas.
A partir de 1859 comienza a viajar y es cuando empieza a escribir novelas tan conocidas como Cinco semanas en globo(1863), Viaje al centro de la Tierra(1864), Veinte mil leguas en viaje submarino(1869), la vuelta al mundo en 80 días (1873)y un largo etcétera. Además de novelas, también escribió cuentos cortos aunque mucho menos conocidos. Algunas de las obras más conocidas fueron llevadas al cine con el paso del tiempo.
Tras la muerte de su madre en 1887, sus obras comenzaron a ser más sombrías, y un año después ingresó en la política. En 1905, siendo diabético desde hacía años, murió en su hogar. Su hijo, Michel Verne, revisó y finalizó sus últimas novelas La invasión del mar y El faro del fin del mundo.

¿De dónde vienes, Literatura Infantil?


Apenas podemos hablar de historia de la Literatura Infantil hasta el Siglo XVIII y más bien a finales ya que no se pensaba en los niños ni jóvenes como receptores implícitos de ningún aspecto diario.


En aquella época apenas un pequeño número de la población sabían leer y escribir, y principalmente estas personas formaban parte de la alta sociedad de entonces como podría ser el clero o la nobleza. Es a partir de este siglo cuando se comienzan a abrir más escuelas para impartir la educación primaria. A pesar de ello y como es normal aquellos que formaban parte de los eslabones más bajos de la sociedad no podían perder el tiempo en aprender a leer cuando tenían que llevar dinero a sus casas para poder alimentar a la familia.
Aquellos que iban a la escuela leían manuscritos religiosos o científicos ya que se decía que debían aprender a través de estas lecturas.

Por otra parteen los pueblos aparecían los juglares y los teatrillos en los que se contaban cuentos o historias de diferentes temas que escuchaba todo el pueblo sin diferenciación de edades ya que en aquella época no había tantos tabús como los que ahora nos encontramos- hay que tener en cuenta que los niños no se les consideraba como tales por lo que veían de su propia vista la muerte de familiares, las guerras, el sexo, la violencia…-.


Julio Verne

Alejandro Dumas
Los primeros destellos de este tipo de literatura aparecen en el ámbito juvenil, pero es en el Siglo XIX  cuando se reafirma dicho concepto por edad. El ejemplo más claro es Julio Verne, quien crea un tipo de literatura que les gusta a los jóvenes ya que escribe aventuras, aunque con distintos rasgos como la ciencia, el amor… Verne se basa principalmente en Alejandro Dumas, aunque su literatura no era ciencia ficción sino de guerra.

En la época, no se consideraba como literatura juvenil  hasta que Julio Verne afirmó que escribía para jóvenes ya que éstos eran el futuro y había que darles más importancia.


A partir del Siglo XIX ya se comienza a hablar de Literatura Infantil y sus diferentes aperturas, pero para eso habrá que esperar hasta comenzar el Tema 2.

¿Qué es Literatura Infantil?

Una vez que hemos terminado de hablar de la literatura propiamente dicha no nos podemos quedar más anchos que largos.
La literatura es como un árbol del cual van surgiendo ramas y la que vamos a profundizar es aquella tan grande que vemos desde abajo que tiene la etiqueta de “literatura infantil”.
Es bien grande esta rama porque no sólo nos encontramos literatura de la etapa de infantil, sino que también nos encontramos con literatura juvenil, es decir, que podemos encontrar libros desde las primeras lecturas hasta recomendados para 12- 14 años. A pesar de que la asignatura se llame Literatura Infantil, como la carrera es de Educación Infantil, sólo se dará entre cero y seis años.

Dentro de la literatura infantil podemos encontrarnos con varios subgéneros dependiendo de cómo lo enfoquemos: pueden ser los libros de niños, por un lado, y los de niñas por otro – debido a que los intereses son diferentes- o dependiendo de las etapas evolutivas. No es lo mismo que un niño de tres años a otro de seis, se diferencian en la edad, la maduración, los intereses… Tenemos que recordar que la etapa de 0- 6 es más cambiante y alterable por que lo que la literatura infantil tiene en cuenta las etapas evolutivas reflejándolos en los libros.

La literatura infantil, pese a que su nombre lo diga, no es literatura, al menos la mayor parte de ella. El por qué es bastante claro, teniendo en cuenta lo anteriormente subido, ya que el objetivo primero no es crear arte, sino otros muy distintos. Algunos defienden que la literatura infantil es subliteratura ya que se trata de una literatura de género, aunque otros defienden que es paraliteratura ya que sus objetivos pueden ser la comprensión, didácticos, etc. pero lo que está claro es que muy pocos la colocan en el apartado de literatura.

Líneas entre literatura, subliteratura y paraliteratura.

Después de tomar un rato el aire – un rato un tanto largo- y de explicar y aclarar qué es literatura, cabe responder a la pregunta: Todo lo que no sea literatura, ¿qué es?

Es el momento de introducir nuevos términos a los apuntes. Uno de ellos es la palabra paraliteratura.
Etimológicamente, paraliteratura significa al lado de la literatura. Se caracteriza por tener una función previa a la expresiva y poética, aunque no por ello no debe tener estas funciones. En un comienzo, éstas forman parte del medio para conseguir su función primera. Además otra característica propia es la falta de ficción. Igual que en la literatura comentamos en la anterior entrada que era necesario la ficción (algún aspecto como diálogos, descripciones…), en la paraliteratura no es necesaria. Un ejemplo que se dio en clase fue El Diario de Ana Frank: la primera función que tuvo al escribir los diarios no era la de mostrar el arte y hacer sentir al lector unos sentimientos, sino que sólo la interesaba relatar lo que ocurría a su alrededor. En cuanto a la ficción, todo lo que narra parece ser que ocurrió, aunque desde el punto de vista de una niña.

Otro término que hay que poner al lado de literatura, aunque su nombre no implique ello, es la subliteratura. Ésta no involucra ningún listado de funciones, ni la existencia de la ficción o la intención de mostrar arte, sino que sus únicos intereses se engloban en la palabra marketing. Es decir, sólo se basa en el intento de vender los máximos ejemplares posibles para una mayor ganancia y así, hacerse conocer para volver a vender más. Se introduce en este apartado a toda la “literatura” de principios del siglo XX en la que se puso de moda la ciencia ficción, de tal manera que surgieron como hongos después de un día de lluvia escritores de novelas de ciencia ficción.
Debemos destacar el nombre del italiano Umberto Eco (Catedrático de semiótica y escritor) quien, y como muchos otros, veía un ápice de infravaloración al llamarse así – por debajo de la literatura- de tal manera que buscó algún término que no sonara tan inferior. ¿Qué puedo opinar de ello? Hombre, desde mi punto de vista alguien que intenta escribir algo con único interés de ganar dinero a través de la literatura no se puede comparar con por ejemplo Miguel Hernández – aunque el hombre no tuvo mucho tiempo para escribir. De tal manera que la subliteratura pasó a llamarse Best- Seller.
La línea entre subliteratura y literatura propiamente dicha es muy fina, tanto que en muchas ocasiones no se sabe exactamente cómo “etiquetar” una obra. A primera vista, sobre todo en el momento en que vivimos en el que los libros se hacen como churros,  la primera intencionalidad es muy difícil encontrar. Un ejemplo muy claro son las novelas románticas: tienen prácticamente todas la misma estructura, con personajes con caracteres muy similares, mismos finales… y sinceramente no creo que aporte nada más que un buen rato leyendo una novela. En cuanto a otros aún no se sabe en qué lado de la línea se encuentran, como puede ser Harry Potter. Al comienzo Rowling es posible que comenzara a escribir como una buena idea, pero una vez que descubrió el cofre de oro, siguió escribiendo hasta siete novelas.
Otras muchas obras no se pueden clasificar ya que su propósito principal no se conoce o no se muestra en la obra.


Hasta aquí nos quedamos con la introducción de Literatura y sus distinciones entre subliteratura y paraliteratura.
Próximamente, la Literatura Infantil y su historia.