Cómo acertar.

Para acertar a escoger, o bien a crear, un libro hay que tener unos aspectos que son fundamentales para que econtremos o creemos un buen libro:

Emisor: es muy favorable que el niño se sienta identificado con el personaje principal al menos en algún momento de la historia, de tal manera que el protagonista debe tener una psicología y comportamiento realista.

Tema: debe estar bien pensado ya que tiene que estar adecuado a la edad y dar interés al emisor.

Estructura: A parte de la estructura común, es decir, planteamiento, nudo y desenlace, existe otra denominada la estructura acumulativa la cual el nudo es repetitivo, como podemos ver en Amelia quiere un perro. Otra posibilidad es dejar un final abierto para que los niños trabajen la imaginación, pero es más recomendable para alumnos de primaria que de infantil.

Los espacios y el tiempo deben ser cercanos y reconocibles o bien indefinidos ya que el niño no tiene conocimientos ni datos – a no ser que se esté tratando la ambientación como proyecto- con los que ambientar el cuento.

Ilustraciones: a edades tempranas no importa que estén estereotipadas, aunque es mejor que no lo sean y que sean realistas y artísticas. Deben estar bien secuenciadas para poder seguir y narrar la historia sin necesidad de la lectura.

Lenguaje: las frases deben ser simples y cortas y las palabras reconocibles aunque puede haber alguna que otra nueva ya que sacan el significado por contexto.

Función: lo ideal es que tenga una función poética y expresiva.

Valores y contravalores: los personajes pueden empezar con unos valores positivos y mantenerlos a lo largo de la historia, aunque también puede empezar con negativos y al terminar la narración tornarse a positivos, como por ejemplo el caso de Pedro y el lobo. (*Ver imagen)